jueves, 8 de octubre de 2009

¡Feliz Día a los trabajadores rurales argentinos!

Por. Ma. del Valle Alvarez Gelves
Periodista
Para Conservadores Argentinos



El año 1942 representa un hito en la historia de los trabajadores rurales con la sanción de la Ley 12.789

Antecedentes Históricos

Argentina estaba gobernada entonces por Ramón Antonio Castillo más conocido como Ramón S. Castillo, nacido en la Provincia de Catamarca el 20 de Noviembre de 1873 y fallecido en Buenos Aires el 12 de Octubrede 1944.
Abogado, Juez y político argentino conservador perteneciente al Partido Demócrata Nacional, fue elegido Vicepresidente de la Nación Argentina en 1938, como compañero de fórmula de Roberto M.Ortiz. La muerte de Ortiz en el año 1942 obligó a Castillo a asumir como 25º Presidente de la Nación Argentina, hasta ser derrocado por un golpe de estado militar conocido como la Revolución del 43.
Hasta ese año -1942 en que se sanciona la Ley 12.789 que era el “Estatuto de los conchabadores”- los trabajadores rurales carecían de instrumentos legales que les aseguraran condiciones mínimas de trabajo, remuneración, vivienda y estabilidad en el trabajo, entre otras urgencias. En síntesis, los trabajadores rurales no habían contado hasta el año 1942 con una política laboral que los protegiera.
Sin embargo, hay unas primeras aproximaciones para mejorar esta situación; durante el gobierno del Gral. Roca el Ministro de Interior, Joaquín V.González, en el año 1904, encarga a Juan Bialet Massé un informe sobre el estado de la clase trabajadora que lo presenta luego de recorrer toda la República, en cuyo texto se refiere particularmente a la situación de estos trabajadores del interior del país. Según el mismo, la situación del trabajador rural se caracterizaba por la gran inestabilidad laboral, así como bajos salarios, trato paternalista, etc.
Debido a la multiplicidad de explotaciones practicadas en las distintas regiones del país se producían innumerables cantidades de tareas rurales, las que, por su vastedad geográfica, ambiente y características, han sido recogidas legislativamente mediante la sanción de determinados ordenamientos específicos denominados "estatutos profesionales".
Entre los más importantes para el sector rural, merecen destacarse el estatuto de los conchabadores de 1942, sancionado –como dijéramos previamente- bajo la Presidencia de Castillo.
Sin embargo, también bajo la protección de los gobiernos conservadores y en lo que se refiere específicamente a la libreta de trabajo rural, es importante destacar un remoto antecedente de una ley de la provincia de Tucumán de 1889 que, refiriéndose al conchabo del peón obrajero, determinaba que el trabajador rural tenía que munirse de una libreta de trabajo que debía ser otorgada por el comisario de la policía local, tomándose en cuenta las circunstancias personales del jornalero y del conchabo, temas relacionados con la ocupación, el sueldo, los pagos efectuados, las deudas y los anticipos. Esta libreta revestía el carácter de documento público formal, siendo su tenencia obligatoria.


Los trabajadores rurales hoy

La sequía imperante en estos últimos meses así como las desacertadas políticas oficiales respecto del campo, están haciendo que muchos trabajadores rurales se vean en la obligación de buscar un puesto de trabajo donde y como sea porque muchos establecimientos argentinos están cerrando.
“Si hubiera trabajo en el campo, volvería”, señalan muchos con la certeza de que su trabajo lleva implícito el sello de la dignidad de quien se levanta con el alba para llevar a cabo tareas productivas que distan mucho de las de especulación financiera.
La agricultura y la ganadería constituyen actividades dinámicas, puntales de nuestro comercio exterior.
Los errores de diagnóstico de la dirigencia actual y de “emparejar hacia abajo” atacando aquello que anda bien para financiar ineficientes sectores como el estatal o subsidiar la ineficiencia -valga la redundancia- del resto de la economía, produjeron un estancamiento del sector agropecuario y el deterioro general de los trabajadores rurales.
Para finalizar y como decía el Dr. Hardoy, “lo expuesto demuestra que hay un verdadero macaneo de ideólogos que con su improvisación y sus prejuicios nos perjudica a todos. Es tan grande la presión impositiva que el campo soporta actualmente, que si el chacarero o el estanciero no lo explotan racionalmente, fatalmente se funden”.-

“Muchas cosas pierde el hombre
que a veces las vuelve a hallar.
Pero les debo enseñar,
y es bueno que lo recuerden:
si la vergüenza se pierde
jamás se vuelve a encontrar”
…………………………….
“Más nadie se crea ofendido,
pues a ninguno incomodo,
y si canto de este modo
por encontrarlo oportuno,
no es para mal de ninguno
sino para bien de todos”
Martín Fierro

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