lunes, 5 de octubre de 2009

El estilo Conservador. 2da Parte. Emilio Hardoy

¿Cómo son y ha sido siempre los conservadores?
No han sido ni ceremoniosos ni estirados, sino espontáneos, naturales, pero respetuosos de las formas. Creen que las formas son fundamentales para construir una nación y que ellas, como los medios, no pueden ser malas in malograr los fines.
Respetuosos y cordiales, no penetran en la intimidad del adversario, no invaden su vida rpivada, no se complacen en denunciar negociados o corrupción y prefieren ceder a otros la dolorosa tarea y cuando la asumen, es porque el interés público lo impone ineludiblemente.
Cultivan la amistad y el respeto a la palabra empeñada porque saben que la política no es, en el fondo, sino un sistema de lealtades.
Aprovechan los regalos de la vida, saben leer los clásicos y los contemporáneos, disfrutan de la buena música, frecuentan los salones y hasta la frivolidad, que sirve para matizar una vida pública, que no debe transcurrir únicamente en medio de multitudes, comités, asambleas y recintos oficiales.
Los conservadores no piensan que la política debe ser excluyente ni, sobre todo, que ella deba girar alrededor de la economía; el apego de los conservadores a la vida, a la riqueza y variedad de los donde de Dios, está para ellos antes que el poder o la economía y creen que un hombre que sólo viviera para el poder o la economía perdería el juicio.
Los conservadores, más que una ideología representan una actitud ante la vida: tolerante, comprensiva, respetuosa, resuelta, cordial. Buscan la comprensión, el acuerdo, el olvido de las ofensas, y aunque en la lucha son batalladores procuran no ser agraviantes, ni se solazan en el ridículo o el aniquilamiento del adversario.

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