viernes, 18 de junio de 2010

Entrevista con el Dr. Vicente Massot

Por: Ma. del Valle Alvarez Gelves
Periodista


El Dr. Vicente Massot acaba de presentar su Libro “Revolución. Mayo 1810”, Ed. El Ateneo, en la Ciudad de La Plata.
Por tal motivo hemos creído necesario hacerle una entrevista para que nos dé su opinión sobre los sucesos de Mayo de 1810 y su visión de la Argentina bicentenaria.


1) ¿ Con qué tesis se va a encontrar el lector del libro “REVOLUCION. MAYO 1810” ?
- Básicamente con la idea de que la Revolución de Mayo no está asociada a la idea de una nueva Nación ni por lo tanto de la independencia ni mucho menos a la de democracia. La Revolución de Mayo fue otra cosa y no arrastra en su desenvolvimiento, al menos en Mayo de 1810 (andando los años la cosa por supuesto cambia) ni la idea de la nacionalidad, ni un propósito independentista ni un afán democrático


2) ¿ Cree que los protagonistas de la llamada “semana de Mayo” actuaron movidos por la idea de “fundar” el país o sus acciones fueron consecuencia de los vaivenes de la política española ?
- Esto último, sin duda. No hay un propósito de fundar el país. Lo que sí existe es la intención producto de la catástrofe española; no solamente el hecho de que no había mas rey sino un hecho quizás más grave: el hecho de que España ya no existe para ellos, está perdida, en la medida que las noticias que llegaban a Buenos Aires dan cuenta que los ejércitos napoleónicos conquistaron la Península. Eso dispara, por primera vez, la decisión de Saavedra de que ahora sí las “brevas están maduras” porque era inconcebible pensar que la soberanía residiese, como le dice Saavedra a Cisneros, en los pescadores de la Isla de León que era el último reducto que había quedado de la nación española. Esos hombres asumen la responsabilidad de darle una respuesta a la vacancia del trono y la pérdida de España.

3) ¿ Si pudiéramos utilizar las ciencias exactas para aplicarla a los procesos socio-políticos, cuál sindicaría Ud. como el nacimiento del País ?- Que pregunta difícil. Soy de los que creen que es muy difícil determinar con precisión milimétrica cuando nace una nación. Y la Argentina no es una excepción al respecto.
A mi juicio la nación se conforma en mayor o menor medida – o mejor dicho, esto que conocemos como Argentina – sobre finales de la década del 20 cuando se da la guerra del Brasil a finales del 28. Y me parece que su consolidación definitiva es durante la Confederación Rosista.

4) Las Juntas españolas fueron la consecuencia de la ausencia del Rey. ¿En el Virreinato también fueron el reflejo de esta situación o tuvieron características propias analizando el antecedente inmediato de la Invasiones Inglesas y el comportamiento de los nativos del Virreinato ?-
- En su origen, la gran diferencia es que España no tiene virreyes y por lo tanto, cuando España abdica, el rey y los españoles no aceptan obedecer a José Napoleón; crecen como Juntas porque no había nada. Y después porque por necesidad bélica, estrategia de guerra, esas Juntas van a desaparecer y el poder se va a concentrar en la Junta central y luego en el Consejo de Regencia.
En cambio en Hispanoamérica había virreyes con lo cual la guerra civil, que a mi juicio estalla en 1808-09, no es entre españoles y americanos sino entre partidarios de la Junta y partidarios de los Virreyes. Esa es la gran diferencia inicial. Andando el tiempo, en 1812 ya hay claramente una corrientes independentista en el Río de la Plata pero todavía no hay unanimidad respecto a la independencia. Creo que hay que distinguir entre la Juntas españolas (1808) y las hispanoamericanas (1810).

5) ¿Cree que el Bicentenario celebrado hace poco ameritaba semejante festejo si nos remitimos a la historia de la semana de Mayo de 1810 ?
- No sé cuál era el festejo más indicado.
Me parece que hubo una serie de celebraciones que se dieron y una reacción popular espontánea que no fue menor. Ahora, me parece que tuvo mucho de carnaval, sin ser peyorativo. De fiesta milonguera y creo que faltó –y eso es responsabilidad pura y exclusivamente del gobierno- todo un proyecto cultural ( a diferencia del Sesquicentenario). Creo que hubo mucha pachanga y muy poca cultura; si bien eso es cultura, lo digo en el sentido restringido de la palabra.
Yo temo pensar qué sucedería si uno preguntase qué estamos festejando.
No sé si se distinguiría entre 1810-1816, libertad e independencia; supongo que eso es algo que está en el pasado y a nadie le preocupa demasiado. Tampoco le otorgaría tanta importancia.
Creo que hubo una manifestación espontánea de un patriotismo superficial. Tampoco sé que tan patriotas somos los argentinos; sí sé que hubo una manifestación que me pareció bien pero revela el estado en el que está el país. Si uno compara lo que se festeja y cómo se festeja en el Centenario y en el Bicentenario hay un abismo de diferencia.-

domingo, 6 de junio de 2010

Día del Periodista, palabras de Ezequiel M. Paz

En el Día del Periodista transcribimos un párrafo del discurso pronunciado por Ezequiel M. Paz, Director de La Prensa de Buenos Aires, en el 56º aniversario de la fundación de este periódico, el 18 de octubre de 1925.

Bajo el título de “Etica del Periodismo” El Sr. Paz señala lo siguiente:

Informar con exactitud y verdad.
No omitir nada de lo que el público tenga derecho a conocer.
Usar siempre la forma impersonal y culta sin perjuicio de la severidad y de la fuerza del pensamiento crítico.
Desechar los rumores, los “se dice”o “se asegura” para afirmar únicamente aquello de que se tenga convicción afianzada por pruebas o documentos.
Considerar que es preferible la carencia de una noticia a su publicación errónea o injustificada.
Cuidar de que en las informaciones no se deslice la intención personal del que la redacta, porque ello equivaldría a comentar, y el reportero o cronista no debe invadir lo reservado a otras secciones del diario.
Recordar antes de escribir cuán poderoso es el instrumento de difusión de que se dispone, y que el daño causado al funcionario o al particular por la falsa imputación no se repara nunca totalmente con la aclaración o rectificación caballerescamente concedida.
Guardar altura y serenidad en la polémica y no afirmar nada que hayamos de tener que borrar al día siguiente
Inscribir en letras de oro en lugar preferente, y bien a la vista, sobre la mesa de trabajo, las palabras de Walter Williams, insigne hombre de prensa norteamericano:

“Nadie debe escribir como periodista lo que no pueda decir como caballero”

Nota: La síntesis que acabamos de transcribir fue adoptada como código por los delegados al Primer Congreso Panamericano de Periodistas (Washington, 7 al 13 de Abril de 1926) y como credo por la Sociedad Interamericana de Prensa en su Sexta Asamblea General (1950). Su resonancia de postulado continúa llamando al deber periodístico con elocuente y noble insistencia.