jueves, 21 de enero de 2010

Posición de los Conservadores ante la situación actual del país

Hablar de la actual crisis de nuestra Patria, la más profunda y prolongada que jamás hayamos nunca conocido, se ha convertido en un lugar común, sobre el que parece ocioso insistir.
Los signos de la decadencia argentina son por demás elocuentes y el riesgo de la ceguera para reconocerlos y enfrentarlos, está poniendo en juego la supervivencia de la Nación.
El ominoso asunto de los fondos del Banco Central y la desesperación del P.E para echarle mano, es solo una expresión más del desprecio y la absoluta falta de respeto por las instituciones de la República que se exhiben impúdicamente a cada momento, tanto desde el oficialismo como de la oposición.
Recuperar los valores del sistema republicano es la tarea que debemos enfrentar y la primera y necesaria etapa a recorrer hasta lograr una Nueva Organización Nacional, es retomar la vieja sabiduría de empezar de a poco y paso a paso y reunir a los remisos para que asuman sus responsabilidades a la luz de los acontecimientos actuales y de los que se sucederán en poco tiempo más.
Los problemas nacionales solo podrán ser resueltos y superados, cuando los argentinos estén dispuestos a enfrentarlos.
Miremos la verdad de frente poniendo al servicio de la República, los valores que se han salvado del naufragio; no perdamos el tiempo en recriminaciones, pero no repitamos errores
Creer que el país tiene como destino el éxito, que es rico por naturaleza y que la felicidad habrá de llegar sola sin esfuerzo, resulta tan ineficaz y suicida, como imaginar que todos los males que padecemos son el fruto de una conspiración exterior.
Aceptar la realidad y enfrentarla tal como es, es el único y seguro camino para una efectiva recuperación; los males que aquejan a la Argentina necesitan de un grupo consolidado de voluntades y una expresión social pluralista que canalice los diversos criterios y esfuerzos en aras del engrandecimiento nacional.
Hay un sector responsable en la República que no ha levantado las consignas¸ que hizo y sigue haciendo esfuerzos y sacrificios sin pedir nada, que quiere colaborar para recuperar la dignidad nacional y el orden institucional y que confía en la inspiración patriótica de quienes tengan la responsabilidad de conducir esta nueva cruzada.
La retracción de los mejores hombres y mujeres del país y la ausencia a sus obligaciones cívicas, a pesar de ser los que en mayor grado las tienen, ha significado que pseudo dirigentes incompetentes y corruptos se hayan entronizado en la conducción de la Nación, que ha quedado sumida en el desprestigio, expuesta a los ojos de propios y extraños.
Es así como la política terminó resultando algo vil donde no tienen cabida las personas honorables, ya que hasta ahora solo participan en esa actividad quienes cultivan el arte del disimulo, la demagogia fácil, el desmesurado afán por el poder y apuntan al enriquecimiento impúdico
Pretendemos interpretar a esa mayoría silenciosa e invertebrada que aspira encontrar, a través de la unidad de diferentes voluntades, una respuesta válida para sus expectativas; unidad de distintos orígenes históricos, pero igualmente interesadas por convicción cívica e interpretación actualizada y realista de los problemas, con fuerte tendencia republicana, que coincidan en lo esencial y dejen de lado divergencias secundarias.
El tiempo no es nuestro aliado y debemos trabajar con ahinco para terminar con un sistema corrupto que está malogrando el futuro de la República.
Sólo resta esperar una condigna respuesta de los destinatarios de esta requisitoria.

4 comentarios:

  1. 1. Argentina no es una nación porque no hay una perspectiva común que nuclee a la sociedad. Hay varias y son antitéticas.
    2. La república fue abolida con la reforma constitucional de 1994, especificamente, con los Arts. 38, 39 in fine y 99 inc. 3ro.. Nuestro sistema de gobierno real es una oligarquía presidencialista.
    3. El argentino, sociologicamente hablando, no enfrenta los problemas sino que se adapta a ellos.
    4. Si los extranjeros no tienen la culpa, esta debe ser nuestra; hecho que impondría una dosis de autocrítica incompatible con el ser nacional. Dios es argentino.
    5. El problema no son los elegidos, sino los valores de los electores. Queda demostrado de forma aplastante con las reelecciones.
    6. No hay mayoría silenciosa sino bullanguera. Larguen el onanismo, por favor.

    Argentina no es para resolver, sino para usufructuar. El punto de no retorno quedó atrás hace mucho tiempo...

    BARUCH

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  2. Si bien no coincidimos con algunas definiciones propuestas por el autor del comentario, creemos necesario dar a conocer esta anónima inquietud en la medida que favorezca una discusión que ayude a la Nación a resolver los problemas por los que estamos atravesando. Un saludo y gracias

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  3. Si gustan discutir los puntos consignados, será un placer. Agradecido por la edición del comentario, los saluda atentamente

    BARUCH

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  4. Si, aunque hay una rama del progresismo que puede ligar a los que se dicen progresistas a el conservadurismo.

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