viernes, 6 de noviembre de 2009

10 de Noviembre: Día de la Tradición

Ma. del Valle Alvarez Gelves
Periodista
Para Conservadores Argentinos

El Día de la Tradición fue instituido por el entonces Gobernador de la Pcia. de Buenos Aires, Dr. Manuel Fresco en el año 1939. En su discurso alusivo a la conmemoración de esta fecha, el Dr. Fresco afirmó “mi gobierno es conservador, en cuanto conserva, defiende y rinde homenaje a los valores tradicionales de la sociabilidad argentina, en cuanto asienta su fuerza y su prestigio sobre las instituciones básicas del mundo occidental y cristiano, la familia, la propiedad, la nacionalidad, la jerarquía [....]”.
Bajo el amparo de la Ley 4576/1939 se formaliza así un anhelo social que había comenzado con la aparición del Martín Fierro de José Hernández y tuvo como continuadores a Ricardo Güiraldes, Leopoldo Lugones, entre otros. Por ese motivo, esta conmemoración nacional, coincide con el natalicio del gran poeta, periodista y político argentino José Hernández.
Por alguna razón que apoyamos, los mentores de esta idea, que ha trascendido y permanecido por años y cobra cada vez más vigencia, asociaron tradición con herencia gaucha; no así con “tradición indígena o revolucionaria” como se definiera a los otros estratos que incidieron en la sociedad argentina.

La Tradición, en la cosmovisión del acervo popular, se ha asociado siempre con un estilo de vida unido al campo, a la ganadería, al caballo; con la infinitud pampeana y la libertad, con las injusticias que ha denunciado el Martín Fierro, con aguantar ante la adversidad. En síntesis y como apuntara José L. Romero, la tradición siempre se vinculó “al estilo criollo”.

Para Lugones el gaucho resume las “mejores prendas humanas: serenidad, coraje, ingenio, meditación, sobriedad, vigor; todo eso hacía del gaucho un tipo de hombre libre, en quien se exaltaba, naturalmente, a romanticismo, la emoción de la eterna aventura. Aquel estado sentimental constituía por sí sólo una capacidad de raza superior: la educación de la sensibilidad, que, simultáneamente, amplifica la inteligencia…el gaucho poseía la compasión, a la cual he llamado alguna vez suavidad de la fuerza; la cortesía, esa hospitalidad del alma; la elegancia, esa estética de la sociabilidad; la melancolía, esa mansedumbre de la pasión. Y luego las virtudes sociales: el pundonor, la franqueza, la lealtad, resumidas en el don caballeresco por excelencia: la prodigalidad sin tasa de sus bienes y de su sangre”. En síntesis, según afirma Leopoldo Lugones, “será fácil hallar en el gaucho el prototipo del argentino actual”.
Sin falsos nacionalismos; con el patriotismo y no el “patoterismo” como fuente de inspiración vernácula, vemos, en el Día de la Tradición, una celebración apropiada para resaltar lo mejor de nuestra nacionalidad. Después de todo, como señalara Miguel de Unamuno, “la tradición vive en el fondo del presente; es su sustancia”.
Si bien la desesperanza es la norma que hoy rige nuestra sociedad, creemos porque lo sabemos, que la Argentina ha tenido épocas de esplendor que pueden ser reeditadas. Sólo cuando comprendimos que entre el campo y la ciudad debía haber una comunión irrompible que tuvo como valor supremo a la Nación, es cuando las cosas funcionaron bien.
Creemos en la fuerza del campo como motor y reserva de valores olvidados en la gran ciudad; creemos en el trabajo productivo para salir de la crisis económica y social en la que estamos sumergidos. Apostamos al trabajo digno, lejos de las especulaciones políticas y financieras.

Como ya hemos insistido en entradas anteriores del blog, los conservadores no somos ni hemos sido nunca enemigos del progreso; antes bien, el crecimiento del país y su transformación se realizó bajo los gobiernos conservadores, favorecidos por su legislación y su política. Y así como es de simple sentido común admitir que la civilización es el resultado del cambio no podemos renegar de la tradición. Sin el orden, que supone algún grado de permanencia, la existencia misma de la sociedad sería imposible.
Desde esta columna celebramos la iniciativa del Dr. Fresco de instituir el Día de la Tradición.
Valga nuestro sentido homenaje a la tradición nacional en la esperanza que el Bicentenario de nuestro nacimiento institucional, republicano y federal nos encuentre confiados en una pronta recuperación de los valores que hicieron grande al país.

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