martes, 20 de octubre de 2009

La viveza criolla en la Argentina de hoy.

Ma. del Valle Alvarez Gelves
Para Conservadores Argentinos
Que la Argentina está mal y vamos a peor no es ninguna novedad.
El nivel de vida de la sociedad nacional se va pauperizando poco a poco entretanto unos vivos siguen creciendo a fuerza de ser inescrupulosos, corruptos, avivados y vivir con la convicción de que son más “piolas” que el resto.
La Argentina ha venido deshaciéndose de a poco pero los últimos años han sido por demás elocuentes.
Los gobiernos de turno, con la demagogia que caracteriza a la mediocre clase dirigente nacional, han ido reemplazando las normas del Estado de Derecho para convertirlas en el “estado del amiguismo” donde los favores políticos, las prebendas, la falta de escrúpulos, la carencia de valores son las normas que rigen a la sociedad nacional.
Los populistas y demagogos de siempre de nuestra clase dirigente, siguen fomentando la violencia social con los planes sociales que entregan a discreción; con la creación de puestos de trabajos para la clientela política, con aumentar los impuestos para llenarse sus bolsillos mientras los ciudadanos vemos cómo la infraestructura vial, ferroviaria, sanitaria, de educación, (el ministro de educación de la nación, -y la minúscula es a propósito- acaba de declarar que el “actual secundario ya fue") va cayéndose a pedazos, entre otras cosas.
En esta vergüenza en la que estamos sumergidos, el hijo del dirigente piquetero Emilio Pérsico –con antecedentes setentistas para quien quiera informarse y directas vinculaciones con el actual gobierno- haciendo uso de una camioneta oficial del Ministerio de Desarrollo Social –lugar donde trabaja- transportaba plantas de marihuana para proceder a su venta y se argumenta en su favor que lo hizo un “joven con espíritu solidario”.
En tanto y en cuanto no asumamos de una vez por todas la crisis de valores (no de códigos, porque ese lenguaje pertenece a la mafia) que reina en la país, la situación se va a seguir agravando.
El grado de impotencia que reina entre los ciudadanos sigue creciendo: no hay trabajo excepto para los allegados al poder; la plata la tienen quienes están en el poder o sus acólitos; la única ley que rige Argentina es la del poder de turno; la corrupción está a la orden del día.
Las violaciones sistemáticas a la Constitución han convertido a la Argentina en una espantosa anarquía donde la única ley vigente es la de quien tiene menos escrúpulos.
Se han subvertido los valores y revertirlos va a costar años; ya han perecido varias generaciones.
La excelencia quedó relegada en favor de la mediocridad, las malas costumbres, y así somos el hazmerreír del mundo que no tiene piedad (y con razón) de vernos como la representación de la barbarie, la falta de ética, de valores, de leyes.
Hasta cuándo, me pregunto?

Hasta cuándo vamos a seguir tolerando esta situación humillante de una clase dirigente cuyo interés es llenarse los bolsillos robando descaradamente, burlándose de la Constitución, modificando leyes a través de una “fe de erratas” publicada en el Boletín Oficial.
Basta.
De una vez y para siempre, Basta! con este estado de cosas donde la “viveza criolla” se impuso como norma para subsistir.
Basta de justificaciones mediocres.
Queremos un país donde vuelva a reinar la excelencia no la mediocridad, donde los valores primen sobre la falta de escrúpulos, donde no se justifique más lo injustificable.

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